Cuida de tu tatuaje
Curar un tatuaje adecuadamente es esencial para prevenir infecciones y asegurar una cicatrización óptima. Aquí tienes algunos pasos generales a seguir:
Limpieza: Lava tus manos con agua y jabón antes de tocar el tatuaje. Limpia suavemente el tatuaje con agua tibia y un jabón suave sin fragancia.
Secado: Seque el área con cuidado utilizando una toalla limpia o una gasa estéril. No frotes, solo da palmaditas para evitar irritaciones.
Aplicación de ungüento: Aplica una fina capa de una pomada recomendada por tu tatuador o un ungüento antibacteriano sin fragancia. Esto ayudará a mantener el área hidratada y prevenir infecciones.
Cubrir o no cubrir: Algunos tatuadores sugieren cubrir el tatuaje con una película de plástico durante las primeras 24 horas. Otros prefieren dejarlo al aire libre. Sigue las instrucciones de tu tatuador.
Evita rascar: No rasques ni toques el tatuaje con las manos sucias para evitar infecciones y daño a la piel.
Evita el sol y el agua: Mantén el tatuaje alejado de la exposición directa al sol y evita nadar en piscinas, jacuzzis o el océano durante al menos las primeras dos semanas.
Evita actividades intensas: Evita el ejercicio extenuante durante los primeros días para prevenir la sudoración excesiva que podría irritar el tatuaje.
Hidratación: Aplica la pomada recomendada por tu tatuador o una loción sin fragancia varias veces al día para mantener la piel hidratada.
Evita ropas ajustadas: Usa ropa suelta sobre el tatuaje para evitar la fricción.
Sigue las instrucciones de tu tatuador: Cada tatuador puede tener sus propias recomendaciones específicas, así que asegúrate de seguir sus instrucciones.
Recuerda que la cicatrización puede variar según la persona y el tamaño del tatuaje. Si notas signos de infección, como enrojecimiento extremo, hinchazón, pus o fiebre, busca atención médica de inmediato.